Potaje de garbanzos, bacalao y espinacas
Preparación:
1. Lo primero es poner los garbanzos en remojo la noche antes (deben estar entre 10-12 horas en remojo) para que se pongan gordos y un poco más blandos. Un truco para que te queden blanditos y no se rompan es añadirle al agua del remojo-mejor templada- una cucharada de bicarbonato.
2. Cuando estén los garbanzos remojados podemos empezar la receta. Escurre los garbanzos y una vez lavados con agua tibia, ponlos en una olla con un litro de agua también caliente (4 vasos de agua). Pela la cebolla y clávale los clavos de olor. Pela la zanahoria y quítale la piel externa a la cabeza de ajos. Pon en la olla junto a los garbanzos la cebolla con los clavos, la zanahoria, 1 hoja de laurel, la cabeza de ajo y el pimiento seco. Pon a fuego medio-alto y sigue el tiempo recomendado por el envase de los garbanzos, tanto si eliges una olla rápida o tradicional.
3. Mientras se van cociendo los garbanzos vamos a preparar el sofrito de nuestro potaje de vigilia. Pela la otra cebolla y pícala bien fina. Pela los 2 dientes de ajo y pícalos finamente. Coge una sartén grande (después añadiremos las espinacas así que no nos vale una sartén pequeña) y pon el aceite a calentar a fuego medio. Añade a la sartén 1 hoja de laurel y la cebolla. Cuando la cebolla esté transparente añade el ajo.
4. Mientras se sofríen ajo y cebolla tenemos que pelar los tomates y quitarles las semillas. Luego picamos los tomates muy, muy finamente. Cuando ajo y cebolla estén listos añadiremos el pimentón y el tomate a la sartén y sofreiremos durante unos 10-15 minutos hasta que el tomate pierda el sabor a crudo.
5. A continuación, añade las espinacas a la sartén (si no te caben todas a la vez mejor añade la mitad, deja que bajen de volumen y añade el resto). Saltea durante un par de minutos y reserva todo.
6. Ahora toca esperar que los garbanzos estén tiernos. Vigila que no se queden sin agua. Los garbanzos deben estar siempre cubiertos por un poquito de agua (uno o dos dedos). Cuando los garbanzos estén tiernos retira las verduras (cebolla, zanahoria y cabeza de ajo) escurre el agua en un cacharro (hay que reservar el agua por si nos hace falta más adelante). Añade a los garbanzos el sofrito que hemos preparado (cebolla, ajo, tomate y espinacas). Remueve bien y si queda muy espeso añade un poco del agua de la cocción de los garbanzos que tienes reservada.
7. Pon al fuego y añade el comino y el bacalao desalado desmigado o cortado en trozos del tamaño que más te guste. Mezcla con cuidado (mejor hacer un movimiento de vaivén con la olla) para que no se desmorone el bacalao. Deja al fuego unos minutos hasta que el bacalao esté cocinado (se cocina muy pronto).
8. Es el momento de probar de sal, ten en cuenta que el bacalao aporta una buena cantidad de sal. Si es necesario ajusta añadiendo un poco más de sal y listo.
Fuera de la cocina y a comer!!!
Nota: Si usas bacalao ya desalado te ahorrarás el tener que poner el bacalao en remojo, pero francamente el sabor no es el mismo, resulta más suave pero también un poco menos auténtico. Mi consejo es que compres bacalao salado y lo desales tú en casa.
Receta para cuatro personas
Ingredientes:
- 1 vaso y medio de garbanzos secos (sin remojar) (unos 300 gramos)
- 300 gramos de bacalao desalado
- 300 gramos de espinacas frescas
- 2 o 3 tomates grandes (unos 500 gramos en total)
- 2 cebollas medianas (unos 250 gramos cada una)
- 1 zanahoria mediana
- 1 cabeza de ajo más 2 dientes de ajo
- 6 cucharadas de aceite de oliva (unos 60 ml)
- 1 cucharada pequeña de pimentón dulce/pimiento seco
- 1/3 de una cucharada pequeña de comino molido
- 3 clavos de olor (esto es una especia)
- 2 hojas de laurel
- sal
- agua
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